La Parroquia de San Pedro es de las pocas iglesias en las que entro con sincera humildad y respeto, a diferencia de la mayoría, en las que entro con forzado a respetar y presto al gesto altivo.
Mi abue me puso mi crucecita de ceniza.
Sus palabras fueron: "Arrepientete y cree en el evangelio"
Por primera vez en años yo, el hereje, el pagano, el blasfemo, el descreido, participe en un acto religioso con sinceridad.
Al salir senti el peso de la cruz en mi frente.
Incluso ahora que ya han pasado varias horas y la cruz esta emborronada, puedo sentir la marca en mi frente.
"Primo Ego"
2 comentarios:
Fuiste tocado por la fuerza de la fe. Por fortuna los católicos no tienen el monopolio. Puedes llevar ese poder a donde tú quieras.
Alabado sea Alá
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