Estaba en un lugar desierto y congelado en el tiempo, todo estaba inmóvil excepto yo. El cielo estaba oscuro y estrellado, la Luna iluminaba todo el paraje con la misma claridad y fuerza con la que el Sol lo haría pero no hería mis ojos con su luz. Tuve la sensación de estar en un lugar en el que era de día y de noche a la vez.
Frente a mi había una rueda de la fortuna, de las que aparecen en las barajas de Tarot, puesta como una puerta entre dos rocas que se extendían hacia lados opuestos del horizonte. La rueda era de una madera rojiza y oscura, se veía vieja y carcomida en ciertas partes, como si hubiese estado mucho tiempo a la intemperie.
Mientras miraba la rueda el aire empezó a soplar trayendo consigo cuerpos invisibles cuyas voces eran caricias y susurros al tocarme. No pude entender lo que me decían ni si querían animarme o detenerme.
Al acercarme a la rueda, ésta se empezó a mover poco a poco y en silencio; ahora lo único que se movía era la rueda, incluso el aire había quedado estático. De repente el lugar se empezó a mover lentamente hacía mi, como si la rueda fuera tan fuerte como para arrastrar todo el plano hacia mi.
Cuando estuvo cerca de mi comprendí que no se había hecho grande, yo me había hecho pequeño. Luego vi que la rueda estaba sangrando tinta. Fue como un sueño, pero lo vi justo antes de dormir. Qué crees tú que signifique? Quise compartirlo mientras estaba fresco, pero la página de blogger no funciona desde mi cel y tuve que esperar hasta descargar la app. A ver como furula esto.